El 18 de agosto de 1868 se tuvo la primera evidencia de la existencia del helio: los astrónomos Joseph Norman Lockyer (1836-1920) y Pierre Janssen (1824-1907) lo descubrieron durante un eclipse solar en 1868.
Janssen observó una línea espectral amarilla en la luz solar, desconocida hasta ese momento; Lockyer observó el mismo eclipse y propuso que dicha línea era producida por un nuevo elemento, al cual denomino helio –helium, por el nombre griego Helios, que significa sol–.
Nota 1: El 10 de julio de 1908, el físico Heike Kamerlingh Onnes (1853-1926) produjo helio líquido por primera vez (ver más).
Nota 2: El helio es más ligero que el aire y (a diferencia del hidrógeno) no es inflamable, por ello, se emplea como gas de relleno en globos y zepelines publicitarios, de investigación atmosférica e incluso para realizar reconocimientos militares.
Al hilo de esta utilización del gas helio, os traigo el cortometraje Helium, ganador del Óscar 2014 en su categoría: es la emotiva historia de un niño enfermo terminal (Alfred), un celador del hospital en el que está ingresado el pequeño (Enzo) y el helio que les permite soñar…
Esta entrada participa en la L Edición del Carnaval de Química cuyo blog anfitrión es Jeda Granada.
Archivado en: Aut.: M. Macho, Cine, Historia, Química Tagged: 18 de agosto de 1868, cortometraje Helium, eclipse solar en 1868, Heike Kamerlingh Onnes, helio, helio líquido, Joseph Norman Lockyer, línea espectral, Pierre Janssen
